Plasencia. Siglo XVI

Plasencia. Siglo XVI
Luis de Toro, médico e historiador

lunes, 27 de abril de 2015

Enfrentamientos entre las oligarquías placentinas. Inicios del siglo XVI


        El contenido de este artículo es una parte muy pequeña de un tema mucho más amplio, pero les daremos a conocer algunas de sus pinceladas, bien es cierto, que todo lo que a continuación se expresa se da  a conocer por primera vez.
        “...Fueron muchos los motivos de enfrentamientos entre los patriciados seglar y eclesiástico de la ciudad de Plasencia.  Los pleitos y las excomuniones entre ambas partes y las acaecidas desde el inicio de esta centuria (XVI) arrastraban las causas, los motivos y las consecuencias – todas ellas económicas-del último tercio del siglo XV y ahora en el presente cuando la bonanza económica era tan considerable y tan manifiesta en la construcción de una nueva catedral, los intereses, la avaricia, la ostentación y el deseo de poder se observaban más que nunca en una  confrontación ya directa entre el Concejo y el Cabildo catedralicio.
        Hemos intentado hallar las causas de estos hechos pero no hemos encontrado una sola, sino muchas que han promovido tales actos.
 Tantas rivalidades, tantos egoísmos, tanto interés partidistas, tantos deseos de poder:  social, económico, de preeminencias y ostentaciones que ensombrecieron en esta centuria las obras culturales realizadas, las manifestaciones caritativas y pías que durante este siglo XVI se produjeron en Plasencia.
Comencemos nuestro relato con un hecho peculiar y particular extraído del libro de actas del Cabildo Catedralicio datado de 1515- 1535.
En donde se nos indica que el Cabildo catedralicio sufría las alteraciones que se producían en nuestra ciudad en el levantamiento de las Comunidades castellanas y en su página 147 dice: “En Plasencia a veinte días del mes de abril de mil quinientos veinte años estando los reverendos señores presidente de deán y cabildo de esta santa iglesia de Plasencia ajuntados a su cabildo en la capilla de san Pablo sita en el claustro de la dicha iglesia y estando presente en el dicho cabildo don Luis de Cáceres arcediano de Trujillo y don Fernando de Carvajal arcediano de Medellín,  el maestro Andrés de Carmona y Juan de Carvajal canónigo y Hernando de Villalba y Juan Ruiz de Tripiana racioneros dijeron que por cuanto al presente esta ciudad está muy escandalosa sobre grandes diferencias y divisiones que hay entre unas parcialidades y oposiciones de la dicha ciudad sobre lo cual están tomadas las iglesias y torres y encerradas en ellas con gente armadas  y de esta manera todas las casas de caballeros y la ciudad está encastillada y se vela y guarda y de la defensa”. (1)
Continua con la siguiente consideración del Cabildo a sus compañeros “...los dichos señores presentes y ausentes del dicho cabildo no pueden venir seguramente a esta iglesia a las horas y oficios divinos ahora ni pueden andar por la ciudad por mucho peligro de su persona..” Por lo tanto concluía este capítulo del Cabildo diciendo: “...por ende para seguridad de sus personas y poderse excusar del peligro habrá dicho dijeron que se debían y dieron licencia de ausencia los unos a los otros y los unos a los otros ante los presentes como los ausentes a los cuales estuvieren ausentes les sean contadas la prima por residencia la cual licencia de ausencia se entiendan que gocen de ella así estando en la dicha ciudad como fuera de ella la cual licencia diere por todo el obispado que la dicha ciudad estuviera en las dichas diferencias y alborotos”. (2)
Cierto es, que Plasencia fue seguidora de las Comunidades y que las rivalidades y luchas armadas entre los linajes de Plasencia fueron agrias y crueles, tanto que incluso llegaron a la quema de iglesias como  consta en el archivo catedralicio placentino. En donde existe una Bula de Paulo III expedida en Roma, a 17 de febrero de 1537 y de ella, resulta, que en donde estuvo ubicada la segunda sinagoga placentina- en lo que hoy es la plaza de Ansano-  se construyó sobre sus restos una iglesia o capilla dedicada a Santa Isabel,  en donde se instituyo un beneficio simple agregado al cabildo de clérigos.
Pero con motivos de las guerras y disensiones promovidas en Plasencia por aquellos tiempos de las Comunidades, este templo sufrió las iras de algunos miembros de la oligarquía placentina. Desenterrándose los cadáveres allí enterrados y los altares e imágenes fueron destrozadas y quemadas- hoy existe encima de sus ruinas una casa que a finales del siglo XVI se la conocía con el nombre de la  Casa del Escudo- casa señorial de la familia Carvajal-Girón.
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1.- Libro de actas del Cabildo Catedralicio correspondiente al periodo 1515-1535, p. 147, se puede profundizar sobre el tema de las Comunidades en Plasencia a través del libro de Pérez Joseph, “Los  Comuneros” .Madrid 2005 o en el artículo de Danvila Manuel en la Real Academia de la Historia, el 19 de febrero de 1897 en Madrid.
2.- Ibíd.. Libro actas..., p. 148

domingo, 5 de abril de 2015

SEPULCRO EN LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS

“EL SEPULCRO DE DON FERNANDO DE CHAVES.
AÑO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DE 1559
 


  En nuestra ciudad de Plasencia existen ciertos rincones muy especiales que reclaman nuestra atención. Uno de ellos, está dentro de la iglesia parroquial de San Nicolás. Nos estamos refiriendo al sepulcro labrado en piedra con cuatro leones (sólo se conservan dos) afrontados y rematados con varios arcos de estilo gótico y ubicados junto a la capilla de los Loaisas con quienes tuvieron parentesco (Archivo Histórico Catedralicio de Plasencia legajo 98, extensión 2, a partir de ahora AHCP.), hacia el altar de la Asunción, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Fuentidueñas y  una preciosa lápida en donde apreciamos los escudos de armas de dos familias importantes de nuestra ciudad: Loaisas y Yangüas.
            Sin embargo nuestro sepulcro no presenta ningún signo distintivo como: un blasón o una lápida mortuoria o una  inscripción; ni referencias documentales en los historiadores placentinos y, sin embargo, denota la importancia que tenía para la nobleza en general de aquella época, el buscar el espacio eclesial en donde la misa, como sufragio para las almas de los difuntos es continuamente celebrada y un sentimiento muy unido a la vida espiritual, hace que busquen en su inseguridad ante la muerte, este espacio (monasterio, catedral, iglesia o convento) para esperar el Juicio Universal (Ariès, Ph.: “El hombre ante la muerte”. Madrid, 1999).
                Una vez más, el destino ha querido poner en nuestras manos un documento que aunque roído y medio deshecho por la humedad, iba a dar luz a nuestro misterioso asunto. Nos estamos refiriendo a unos de los muchos legajos, sin numerar, que existen dentro del Archivo Catedralicio Placentino y que en esta ocasión iba a ser el vehículo esencial para descubrir este enterramiento.

jueves, 2 de abril de 2015

Historia: Introducción

INTRODUCCIÓN


            Si sientes en tus manos la huella del pasado; si ante ti percibes la sensación del tiempo, el fondo y la forma del suceso, entonces descubriremos al protagonista de los mismos, el hombre y su historia.
Esa historia que cuando abres la página de una ciudad y vas en busca de su pasado, te das cuenta que sólo es reflejo de su presente. Así cuando analizas, indagas y describes, descubres su alma y el pulso de sus momentos, de sus latidos, de sus necesidades, de sus dificultades, de sus virtudes, de sus creencias, de sus situaciones socio económicas, culturales y políticas; en definitiva, surge de nuevo su auténtico protagonista, el hombre y la mujer que vivencia y sienten a tu lado.