Plasencia. Siglo XVI

Plasencia. Siglo XVI
Luis de Toro, médico e historiador

sábado, 30 de enero de 2016

EL RECIBIMIENTO AL CONCEJO MUNICIPAL, EL DÍA DE LA CANDELAS. AÑO DE 1612. (PARTE PRIMERA)

La verdad es que el desprecio se hacía notar en la vida placentina, unos denunciaban a los otros por mil y un motivos, bien por la plazuela o por la festividad del corpus o por otro cualquier aspecto. Se molestaban enviando a pícaros a la plazuela del enlosado cuando ellos estaban realizando los oficios divinos dentro de la Catedral, y los otros, no haciendo el recibimiento debido al Concejo, cuando éste se presentaba a la Santa Iglesia Catedral en forma de Ciudad.
Todo esto iba  a estallar y más cuando el diálogo entre las partes era nulo y  la única manera que tenían de comunicarse era a través de pleitos o apelaciones.
Pleitos como los que a continuación vamos a relatar. Litigios que para todos ellos suponía mucho más que un proceso judicial, se estaba jugando la preeminencia social de ambas instituciones, es decir el clásico dilema de quién tiene más poder el seglar o el eclesiástico.
Enfrentamientos en donde las formas y las maneras de cortesía y respeto dejaron de existir por ambas partes.
El móvil de estos enfrentamientos entre el Cabildo y el Concejo placentino era unos simples bancos en donde se sentaba el Regimiento placentino cuando venía a la Santa Iglesia Catedral en forma de autoridad o de Ciudad, pero en el fondo de la cuestión estaba la hipocresía y los intereses económicos y sociales, en definitiva la codicia y el poder como argumento de la debilidad humana.
El concejo placentino quería que su llegada a la Santa Iglesia Catedral cuando venía en forma de Ciudad, que eran dos veces al año- uno por la fiesta de las Candelas y la otra el día del Corpus- fuesen recibidos dignamente como lo que representan, es decir, que saliesen a recibirlos con la Cruz y que dentro de la Capilla Mayor se les diese el incienso y la paz como solía hacerse por parte del Cabildo Catedralicio de Badajoz a su Concejo. Además que su ubicación y estancia fuese acorde con su prestigio y que pudieran tener unos bancos con respaldos para poder dignamente asistir a las horas y oficios divinos-todos sabemos la duración del ceremonial litúrgico en aquella época-.(¿Cómo siguen los bancos del pasillo de la catedral placentina, con respaldos o sin respaldos?)
Sin embargo, el Cabildo, consideraba que si hiciese ese recibimiento sería ir contra el ceremonial canónigo y  una forma de debilitar sus preeminencias y libertades y podrían perder su influencia -como dicen ellos- ante los caballeros más principales que acudían a sus oficios divinos.
Ahora cuando ustedes terminen de leer una parte de este trabajo, comprenderán porqué nuestras autoridades civiles se sientan en esos bancos y no en la capilla mayor de la Santa Iglesia Catedral.  El cuánto les costó sentarse en unos bancos con respaldos y lo que tuvo que hacer para que el poder eclesiástico les reconociera su digna autoridad como representantes de la ciudad a pesar de los muchos intentos en contra por parte del cabildo catedralicio y el cómo finalizó y ha finalizado en la actualidad.

lunes, 11 de enero de 2016

"LA CASA DEL CUBO EN PLASENCIA".

DESCUBRIMIENTO DE UN CUBO AL LADO DE LA IGLESIA DEL SALVADOR, EN LA CIUDAD DE PLASENCIA- CÁCERES.
 En muy pocas ocasiones se presenta ante nosotros una curiosidad, un hecho histórico, una idea o  una hipótesis de trabajo y, movido por un cierto impulso, nos lleva a ir más allá de la fuente original, así de un hecho histórico narrado, en un documento escrito, apreciamos una curiosidad: “una torre cerca de la iglesia del Salvador” e inmersa en la Baja Edad Media y más concretamente en la segunda mitad del siglo XIV, durante los enfrentamientos y levantamientos de la nobleza castellana en general y, la placentina en particular, dentro de las luchas fratricidas entre Pedro I y Enrique II. Circunstancia ésta, que lleva al historiador, a descubrir el hecho, a mirar con cierto lirismo si se me permite la licencia, al encontrar en el archivo histórico de la iglesia catedral de Plasencia, un documento en donde se narra cómo encierran dentro de esta torre, a una dama, presa en un momento de amor y castigada por estar a deshora y no guardando la ausencia del marido. Así mismo nos relata, el encarcelamiento de un miembro de la familia Álvarez de Toledo, fechado en el siglo XIV.
            El afán de esclarecer el hecho del Cubo del Salvador, me lleva a indagar en otros historiadores como: Luis de Toro o Fray Alonso Fernández o J. María Barrio Rufo y sólo encuentro una pequeña alusión a la casa del Cubo, casa ésta, que se ubica y se sitúa en varios sitos de la ciudad. Sigo con la misma ilusión por desentrañar la verdad del hecho y observo en el documento anterior descrito y marcado como: legajo 95 extensión 19 del Archivo Histórico Catedralicio de la ciudad de Plasencia, que los Nietos de Salamanca, Ledesma, Ciudad Rodrigo y Plasencia, tienen su origen y descendencia en un caballero que se llama, Hernán Rodríguez Nieto, gran privado del Infante D. Sancho, hermano de D. Enrique, el que mató al rey Don Pedro I y, de D. Fabrique y de D. Tello, de este Hernán Rodríguez Nieto, descendió Doña Lucía Nieto, señora del Cubo, que casó en Salamanca con Alonso de Fonseca. Nuevamente aparece en nuestra historia placentina y en la misma época del siglo XIV, una dama, la del “cubo”, continuo la investigación y me lleva con un poco de suerte, a descubrir que es propiedad del marqués de Cardeñosa en 1770-1799 pero que regenta la familia López Chaves, en donde se documenta, que la casa del cubo pudiera estar situada según los historiadores del Archivo Histórico Nacional sección nobleza de Toledo, en Ciudad Rodrigo o Plasencia.
        Los dibujos que solicité de este documento y que ahora verán por primera vez de forma oficial, son la casa del Cubo e investigando sobre el terreno, pensé en el cubo que está a la salida del postigo del Salvador a mano izquierda, pues bien, la destreza en la fotografía e informática de mi buen amigo Juan Jesús, llevó los dibujos a su ubicación original y, la cárcel del cubo del Salvador y la vivienda de  la dama del Cubo, eran la misma casa señorial que hasta hace poco fue regentadas por las madres de Burdeos, que atendían a niñas huérfanas de San José, ubicada en la plazuela de  San Idelfonso y frente a ese cenobio en tiempos del siglo XIV y aún en el XVIII, existía con su cubo o torre,  el por qué no ha llegado el cubo hasta nosotros, es otra incógnita a descubrir.
En definitiva, la compresión y explicación del pasado a la que acabo de referirme, es una tarea en la que intervienen diversos factores de mayor o menor relevancia, pero siempre importantes; por otra parte, y casi podríamos decir fundamentalmente, ese objetivo (comprender – explicar el pasado) es algo que va mucho más allá de la “simple” presentación de los resultados de la investigación y de la conexión que se establezca entre los distintos datos manejados. Es sentir en tus manos, la huella de tu pasado, es percibir la sensación del tiempo, el descubrimiento de los hechos, los protagonistas de los mismos, el fondo y la forma del suceso, es sin lugar a duda, el dar a conocer a todos mis conciudadanos, un poquito más de nuestra historia.