El contenido de este artículo es una
parte muy pequeña de un tema mucho más amplio, pero les daremos a conocer
algunas de sus pinceladas, bien es cierto, que todo lo que a continuación se
expresa se da a conocer por primera vez.
“...Fueron muchos los motivos de
enfrentamientos entre los patriciados seglar y eclesiástico de la ciudad de
Plasencia. Los pleitos y las
excomuniones entre ambas partes y las acaecidas desde el inicio de esta
centuria (XVI) arrastraban las causas, los motivos y las consecuencias – todas
ellas económicas-del último tercio del siglo XV y ahora en el presente cuando
la bonanza económica era tan considerable y tan manifiesta en la construcción
de una nueva catedral, los intereses, la avaricia, la ostentación y el deseo de
poder se observaban más que nunca en una
confrontación ya directa entre el Concejo y el Cabildo catedralicio.
Hemos intentado hallar las causas de estos
hechos pero no hemos encontrado una sola, sino muchas que han promovido tales
actos.
Tantas rivalidades, tantos
egoísmos, tanto interés partidistas, tantos deseos de poder: social, económico, de preeminencias y
ostentaciones que ensombrecieron en esta centuria las obras culturales
realizadas, las manifestaciones caritativas y pías que durante este siglo XVI
se produjeron en Plasencia.
Comencemos nuestro relato con un hecho
peculiar y particular extraído del libro de actas del Cabildo Catedralicio
datado de 1515- 1535.
En donde se nos indica que el Cabildo
catedralicio sufría las alteraciones que se producían en nuestra ciudad en el
levantamiento de las Comunidades castellanas y en su página 147 dice: “En
Plasencia a veinte días del mes de abril de mil quinientos veinte años estando
los reverendos señores presidente de deán y cabildo de esta santa iglesia de
Plasencia ajuntados a su cabildo en la capilla de san Pablo sita en el claustro
de la dicha iglesia y estando presente en el dicho cabildo don Luis de Cáceres
arcediano de Trujillo y don Fernando de Carvajal arcediano de Medellín, el maestro Andrés de Carmona y Juan de
Carvajal canónigo y Hernando de Villalba y Juan Ruiz de Tripiana racioneros
dijeron que por cuanto al presente esta ciudad está muy escandalosa sobre
grandes diferencias y divisiones que hay entre unas parcialidades y oposiciones
de la dicha ciudad sobre lo cual están tomadas las iglesias y torres y
encerradas en ellas con gente armadas y
de esta manera todas las casas de caballeros y la ciudad está encastillada y se
vela y guarda y de la defensa”. (1)
Continua con la siguiente consideración
del Cabildo a sus compañeros “...los dichos señores presentes y ausentes del
dicho cabildo no pueden venir seguramente a esta iglesia a las horas y oficios
divinos ahora ni pueden andar por la ciudad por mucho peligro de su persona..”
Por lo tanto concluía este capítulo del Cabildo diciendo: “...por ende para
seguridad de sus personas y poderse excusar del peligro habrá dicho dijeron que
se debían y dieron licencia de ausencia los unos a los otros y los unos a los
otros ante los presentes como los ausentes a los cuales estuvieren ausentes les
sean contadas la prima por residencia la cual licencia de ausencia se entiendan
que gocen de ella así estando en la dicha ciudad como fuera de ella la cual
licencia diere por todo el obispado que la dicha ciudad estuviera en las dichas
diferencias y alborotos”. (2)
Cierto es, que Plasencia fue seguidora
de las Comunidades y que las rivalidades y luchas armadas entre los linajes de
Plasencia fueron agrias y crueles, tanto que incluso llegaron a la quema de
iglesias como consta en el archivo
catedralicio placentino. En donde existe una Bula de Paulo III expedida en
Roma, a 17 de febrero de 1537 y de ella, resulta, que en donde estuvo ubicada
la segunda sinagoga placentina- en lo que hoy es la plaza de Ansano- se construyó sobre sus restos una iglesia o
capilla dedicada a Santa Isabel, en
donde se instituyo un beneficio simple agregado al cabildo de clérigos.
Pero con motivos de las guerras y
disensiones promovidas en Plasencia por aquellos tiempos de las Comunidades, este
templo sufrió las iras de algunos miembros de la oligarquía placentina.
Desenterrándose los cadáveres allí enterrados y los altares e imágenes fueron
destrozadas y quemadas- hoy existe encima de sus ruinas una casa que a finales
del siglo XVI se la conocía con el nombre de la
Casa del Escudo- casa señorial de la familia Carvajal-Girón.
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1.- Libro de actas del Cabildo
Catedralicio correspondiente al periodo 1515-1535, p. 147, se puede profundizar
sobre el tema de las Comunidades en Plasencia a través del libro de Pérez
Joseph, “Los Comuneros” .Madrid 2005 o
en el artículo de Danvila Manuel en la Real Academia de la Historia, el 19 de
febrero de 1897 en Madrid.
2.- Ibíd.. Libro
actas..., p. 148