RECIBIMIENTO Y
PREEMINENCIAS EN LA LUCHA ENTRE EL
CONCEJO Y EL CABILDO PLACENTINO.
Los acontecimientos que se iban a producirse tenían una respuesta lógica
a tanta falta de respeto y de cortesía hacia el Concejo.
En la madrugada del día 2 de febrero de 1594 y sobre las tres de la mañana cuando se
celebraba en la Santa Iglesia Catedral de Plasencia la hora de maitines de la
festividad de Nuestra Señora de la Candelaria, los canónigos, que estaban
rezando sus salmos en el coro de la Catedral quedaron sorprendidos al ver como algunas personas acompañados de
algún regidor de la ciudad, entraban con unos bancos nuevos de nogal con
respaldo alto, clavazón dorado (conjunto de clavos) y con el escudo de armas de
la ciudad en cada uno de ellos.(3) Bancos por cierto que mandó realizar el
Concejo a los hermanos carpinteros Antonio y Juan Rodríguez vecinos de
Plasencia.
Los colocaron dentro de la capilla mayor de la mencionada iglesia y al
ser tan grande, ya que eran para más de cuarenta regidores sin contar
alguaciles y oficiales, ocupaban hasta las gradas de la misma capilla.
El cabildo y los pocos fieles asistentes se quedaron perplejos ante esta
novedad. Sin permiso y sin conocimiento de causa, la Ciudad irrumpía a deshoras
y se atrevía a hacer actos en contra del derecho canónico ya que era de uso y
costumbre que cuando la Justicia y Regidores venían en forma de Ciudad se les
ponía unos bancos bajos con alfombrilla y sin respaldos en la capilla mayor.
Pueden imaginarse por un momento el hecho, la conmoción de las dignidades
presente, del deán, de los arcedianos en definitiva de todas las dignidades
eclesiástica allí presentes que observaban y de forma atónita la colocación de
los mencionados bancos. Además veían que por su extensión ocupaban gran parte
de la Capilla Mayor incluso llegaban hasta las gradas por lo cual impediría la
salida del presbítero o de los minístrales a celebrar la misa o a realizar la
procesión, (si no se podía hacer, ellos sus honrosas dignidades, no podían
cobrar sus reales por la asistencias a estos actos).Así como los graves
inconvenientes que se harían a los caballeros cuando llegaran a esta festividad
y debido a lo grande que eran los bancos impedirían ver el coro a estos
caballeros y podrían dejar de acudir a los oficios. ¿No decían que no había preeminencias?...
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1, 2 y 3 Archivo Histórico Catedralicio placentino
legajo 19, extensión 21, p. 5v y ss., que
corresponde al testigo nº 2 Alonso Serrano
Autor: Alfonso Párraga Sánchez
Lcdo.: Geografía e Historia y Diplomado en Estudios
Avanzados.