Plasencia. Siglo XVI

Plasencia. Siglo XVI
Luis de Toro, médico e historiador

domingo, 5 de abril de 2015

SEPULCRO EN LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS

“EL SEPULCRO DE DON FERNANDO DE CHAVES.
AÑO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DE 1559
 


  En nuestra ciudad de Plasencia existen ciertos rincones muy especiales que reclaman nuestra atención. Uno de ellos, está dentro de la iglesia parroquial de San Nicolás. Nos estamos refiriendo al sepulcro labrado en piedra con cuatro leones (sólo se conservan dos) afrontados y rematados con varios arcos de estilo gótico y ubicados junto a la capilla de los Loaisas con quienes tuvieron parentesco (Archivo Histórico Catedralicio de Plasencia legajo 98, extensión 2, a partir de ahora AHCP.), hacia el altar de la Asunción, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Fuentidueñas y  una preciosa lápida en donde apreciamos los escudos de armas de dos familias importantes de nuestra ciudad: Loaisas y Yangüas.
            Sin embargo nuestro sepulcro no presenta ningún signo distintivo como: un blasón o una lápida mortuoria o una  inscripción; ni referencias documentales en los historiadores placentinos y, sin embargo, denota la importancia que tenía para la nobleza en general de aquella época, el buscar el espacio eclesial en donde la misa, como sufragio para las almas de los difuntos es continuamente celebrada y un sentimiento muy unido a la vida espiritual, hace que busquen en su inseguridad ante la muerte, este espacio (monasterio, catedral, iglesia o convento) para esperar el Juicio Universal (Ariès, Ph.: “El hombre ante la muerte”. Madrid, 1999).
                Una vez más, el destino ha querido poner en nuestras manos un documento que aunque roído y medio deshecho por la humedad, iba a dar luz a nuestro misterioso asunto. Nos estamos refiriendo a unos de los muchos legajos, sin numerar, que existen dentro del Archivo Catedralicio Placentino y que en esta ocasión iba a ser el vehículo esencial para descubrir este enterramiento.
            El documento que a partir de ahora dataremos como legajo sin fechar, extensión 16 como así consta en el ángulo superior derecho Leg. sf. 16-14, viene fechado y dice: “En la ciudad de  plasencia A seis días del mes de diziembre año delnacimiento de nuestro salvador Jesucristo de mill e quinientos e cincuenta nuebe años”, (Leg. sf. 16-14, línea primera en mayúscula, todas las demás minúsculas). Por estas fechas, había fallecido el célebre obispo madrileño, expedicionario, reformador eclesiástico, arquitecto..., del cuál hemos celebrado, el quinto centenario de su nacimiento en el 2006; por consiguiente, al estar vacante la silla episcopal, el deán don Juan Blázquez de Cáceres era el máximo representante de la diócesis e iba a ser él quién recibiera del notario don Juan García y testigos, un pedimento de: “fernando de chaves vecino dela dicha cibdad e dixo que por quanto el es feligres y perroqiano dela yglesia del señor sant nycolas...” (leg.sf. 16, 14 líneas 6 a la 8), solicitaba autorización para poder abrir en la iglesia de San Nicolás una sepultura. El texto dice: “por tanto que para el dicho efecto elige e señala porsu sepultura.... un sitio queesta sobre peña biba que nunca fue ny asido abiera..” ¿Sobre una roca granítica dentro de la misma iglesia?, que se cita y estaba situada a los poyos y asientos de cantería que están a la entrada de la capilla, pero ¿qué capilla?.
            Una nueva sorpresa nos deparaba, al indicarnos que: “... dela capilla mayor enla parte delaepistola hazia las gradas delaltar de sant ansano y en medio de un lucizillo de piedra alto con las armas delos monrroyes questa junto de dichoaltar y de otra sepoltura quetiene su letrero ysus escudos eluno con unaguila yel otro esuno ques de gonzalo deaguilar...”, (Leg. sf. 16,14, líneas 16 a la 19), ya no se encuentran ninguna en el lugar que en 1559 mencionaba. Sólo nos encontramos con la capilla del linaje Loaisa. Entonces nos podemos preguntar ¿dónde fueron a parar estas armas y estos enterramientos de linajes tan principales como Monroy o Aguilar?

            El texto no nos lo aclara; sí, que don Fernando de Chaves, pedía poder construir su sepultura para él y para su mujer y para los descendientes de ambos; para ello otorgaba en este caso un censo de 100 maravedíes sobre su casa principal, que estaba situada en la calle de San Marcos (hoy conocida como calle de Santa Isabel) y pagadero como era costumbre por Navidad y San Juan de junio de cada año.



            Debemos tener muy presente que era costumbre de aquellas épocas otorgar un censo o crear una capellanía como: “fundaciones perpetuas con la obligación aneja de cierto número de misas y otras cargas espirituales, que debe cumplir el obtentor en la forma y lugar prescritos por el instituyente”, (González Ruiz, Manuel: “Las capellanías españolas en su perspectiva histórica”, en Revista Española de derecho Canónico, 5, 1950, pp 475 y ss. En Revista de Historia Moderna, Anales de la universidad de Alicante nº 21, 2003).
            No puedo pasar por alto el dato de la calle y más cuando el propio legajo indica que linda con la “...plazuela de santa Isabel frontero delas casas delseñor diegonzalez de carvajal regidor desta cibdad de plazencia” (leg.sf.). La casa principal, todavía hoy, conserva el escudo de la familia Chaves: en campo de gules cinco llaves en aspa de oro. Linaje portugués que llegó a Ciudad Rodrigo y  posteriormente a Trujillo y Plasencia.

Respecto a la casa de don Diego González de Carvajal que hoy, se la conoce como de “Carvajal – Girón” sita en la plazuela de Ansano, en 1592 se conocía como  la “Casa del Escudo”, siendo adquirida por don Diego González de Carvajal, tesorero de la Santa Iglesia Catedral de Plasencia a los hermanos Alonso García Alegre, mercaderes, por la cantidad de 309.350 maravedíes, es decir 9.098 reales y 18 maravedíes de la época (AHCP. Legajo 99, extensión 82).
            D. Fernando de Chaves consiguió del deán y cabildo catedralicio placentino el mencionado lugar para poder hacer su sepultura, obteniendo los permisos oportunos y las mandas que sobre el mismo se imponían. Igualmente la aprobación del pedimento por las dignidades eclesiásticas y del reverendo señor Nicolás Saje, cura propio y rector de la dicha iglesia de San Nicolás y miembro eclesiástico del Santo Oficio, aceptando éste el censo de cien maravedíes perpetuos sobre su casa con sus bienes - raíces.
            Un legajo de más de 125 líneas. No da este medio escrito el suficiente espacio como para poder seguir desgranando todas las curiosidades que encierra. Quedémonos con el descubrimiento y dejemos para futuras comunicaciones otros aspectos destacables del mismo.
           

 AUTOR












6 comentarios:

  1. Ánimo amigo, por los principios de tu blog, estoy seguro que la lectura de tu artículos van a ser muy interesantes.
    Un saludo de Jesús-Vicente Cano Montero

    ResponderEliminar
  2. Gracias de nuevo por tus investigaciones. Personas como tu, dedicadas a la investigación y difusión de nuestra Historia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No soy el único tú también contribuyes a que nuestra historia sea conocida, apreciada y querida. " No se puede querer a un pueblo sino se conoce"
      Un saludo y muchas gracias.

      Eliminar
    2. Un tema de artículo curioso e interesante.
      Un consejo, revisa las normas de transcripción.
      Sigue así, magnifico trabajo.

      Eliminar
    3. Toda aportación es bienvenida. Gracias.

      Eliminar
  3. Estimado Alfonso: tal vez el sepulcro de los leones pertenezca a Fernán Pérez de Monroy "el Mozo": en su testamento, fechado el doce de marzo de 1357, alude a que deseaba que le enterrasen en San Nicolás y que su sepultura se alzase sobre unos leones. Transcribo (sin demasiado rigor, me temo) el comienzo: «Sepan quantos esta carta vieren como yo Fernand Peres de Monroy fixo de Fernant Peres de Monroy vesino e morador en la cibdad de Plasencia otorgo e conosco que fago e ordeno e establesco este mi testamento por servicio de Dios estando en mi seso e entendimiento tal qual Dios me lo quiso dar e porque las muertes son verdaderas a los hombres e ninguno dellos non puede escapar por ende yo ordeno este mi testamento. Primeramente doy la mi anima al mio Señor Jesu Christo que la compro por la su sangre preciosa e mando que si mi finamiento acaesciere que entierren el mio cuerpo dentro en la iglesia de Sant Nicolas de Plasencia cerca de la sepoltura de mi padre e que me fagan mi sepoltura muy honrada figurada alta sobre leones [...] E porque esto es verdad mande a Juan Martines mi escribano en Valverde mi lugar que escribie este testamento e lo signase con su signo. Fecho a dose dias del mes de Marzo era de mil e trescientos e noventa e siete años» ("Privilegios otorgados a favor de Fernando Pérez de Monroy y de Estafanía Fernández de Monroy referidos a los mayorazgos de Monroy y Valverde". Fecha: 29/01/1814. Archivo Histórico de la Nobleza, OSUNA, C.477, D.91. PARES - http://pares.mcu.es/, imágenes 47/88, 48/88). Espero que esta información pueda servir.

    ResponderEliminar